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| Aclarando conceptos: Sexo y sexualidad humana | ¿Existe la sexualidad infantil? |
Sexo es una de las palabras más erróneamente utilizadas en la actualidad. Está presente, junto con la violencia, en toda campaña publicitaria. Todo se vende con sexo, desde un auto hasta una gaseosa. Se puede apreciar que se confunde sexo con sexualidad; se confunde sexo con genitalidad. | Silvia Inés Darrichón - Sexóloga Educativa |
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El sexo es propio de todos los seres vivos: plantas, animales y humanos. Sexo es lo que caracteriza y diferencia lo femenino de lo masculino; la hembra del macho. Hablar de sexo genera diferentes reacciones en las personas: nerviosismo, risas, chistes mal intencionados, burlas. Se usa para agredir o ridiculizar al otro. Actitudes producto de sentimientos muy profundos que se movilizan en cada uno frente a este tema. Aún entre adultos, pocas veces podemos tratarlo con seriedad. Para poder hablar abiertamente de sexualidad es necesario comenzar a desterrar los tabúes producto de generaciones formadas en la represión o negación del sexo. La sexualidad podemos decir que es toda manifestación e intercambio dirigido a otra persona, en una relación afectiva. Comienza con la vida y se va desarrollando a lo largo de toda ella. “El hombre: un ser sexuado Esta es la primera y fundamental perspectiva filosófica de la sexualidad. El hombre no solamente “tiene” unas estructuras biológicas, psicológicas, culturales de signo sexual; el hombre “es” un ser sexuado. Lo sexual se instala en lo nuclear humano; entra dentro de la existencia en cuanto tal” . En todas las edades tenemos intereses y comportamientos sexuales. Cada edad es diferente y se vive en forma distinta, pero en todas ellas es importante la sexualidad. Las niñas y los niños pequeños no sólo tienen necesidades biológicas: comer, estar limpios, etc. , sino también sociales, afectivas y sexuales. Tocar, abrazar, acariciar, mecer, mirar, cantar, hablar, sonreir, observar sus gestos y responder a ellos, es la mejor manera que tenemos de ayudarles para un buen desarrollo de su persona, ya que en ese momento la sexualidad no está muy diferenciada de otros sentimientos de placer, bienestar y seguridad. La sexualidad es más que la simple genitalidad, incluye lo afectivo, lo corporal, el placer, nos mueve a comunicarnos y relacionarnos con los otros. Lo que deforma la vida sexual de la gente es la represión, lo podemos observar en el bebé, donde la sexualidad fluye naturalmente y los adultos nos encargamos de reprimirla, por ejemplo: el bebé sobrevive porque succiona la leche del pecho que le provee los nutrientes, vitaminas, minerales, etc., imprescindibles para su crecimiento y desarrollo, pero él desconoce esas necesidades, lo hace porque le resulta altamente placentero, disfruta del contacto físico de su mamá. Un hecho absolutamente natural no es vivido por el adulto de la misma manera que por el bebé.
La sexualidad en la infancia Los prejuicios y tabúes que han acompañado a la sexualidad a lo largo del tiempo y en las diferentes culturas, así como su carácter íntimo y privado, hacen que muchos la perciban como algo que no debe ser indagado y que se debe dejar al libre albedrío. Especialmente con la infancia este criterio toma más fuerza e, incluso, algunos niegan su existencia en tal etapa; consideran como perversiones sus manifestaciones y neutralizan los intereses infantiles en este sentido. Los seres humanos somos sexuados a lo largo de todo el ciclo vital, pero la sexualidad cambia con relación a la edad, como afirma el Dr. Félix López Sánchez. Por otra parte, la sexualidad que es frecuentemente evitada u ocultada se aprende por observación de los demás, los adultos transmiten su moral sexual a los niños a través de permisos, castigos, comentarios, gestos y los modelos de ejemplo que le ofrecen. Si tenemos en cuenta toda esta información queda claro que existe la sexualidad infantil y que estamos transmitiendo mensajes, valores, juicios sobre sexualidad desde etapas tempranas del desarrollo, aún cuando no se hable explícitamente de ella. Por tanto, sí existe la sexualidad infantil y los adultos estamos enviando frecuentemente mensajes sexuales lo sepamos o no. Es evidente que la educación sexual es necesaria en la infancia. Pienso que tanto la escuela como la familia deben compartir esta labor de manera consciente y sistemática. La familia es la primera educadora de la sexualidad, es la que está con el/la niño/ña en lo que John Money llama etapas críticas para la construcción de la identidad y rol de género; pero lo que la familia hace es Socialización sexual, que es la transmisión de valores, mitos o prejuicios, producto de la familia, comunidad o sociedad en que vive. La escuela, como institución que organiza los contenidos, debe hacerse cargo de la Educación sexual, entendiendo por tal un proceso educativo que procura cambios de actitudes. La escuela debe acompañar a los padres en este proceso y suplirlos en el caso que estos no cumplan con su rol. Debe ser una tarea conjunta y no dos instancias educativas separadas. Al respecto he realizado interesantes experiencias en Instituciones Públicas y Privadas, a lo largo de nueve años con muy buenos resultados. Quedando demostrado que no solo es necesaria la Educación Sexual en la escuela, sino también posible. Es imprescindible la capacitación de los docentes que serán responsables de su tratamiento. En Argentina, como toda disciplina nueva, tiene pocos profesionales formados en el tema y muchas veces, con buenas intenciones, se pretende hacer educación sexual hablando de aspectos parcializados como son los biológicos, psicológicos, morales, religiosos, etc., y no desde la Sexología como disciplina abarcativa de todos. Los profesionales de diferentes especialidades, que abordan el tema sin una formación sexológica, en realidad lo que están haciendo es Sexosofía, que es el resultado de sus experiencias personales en relación a la sexualidad sean éstas buenas o malas. El Lic. Aller Atucha dice que en sexualidad, los educadores no estamos obligados a ayudar, pero sí estamos obligados a no enfermar.
Cuando se debe comenzar la Educación Sexual Es un error esperar a que pregunten para darles información. Nuestros niños/as están expuestos, desde todos los medios, especialmente la TV, a toda clase de mensajes, no siempre saludables o convenientes sobre el tema sexual. Esperar a la pregunta para responder era válido cuando la información salía de la familia, porque había más tiempo para el diálogo y la televisión no tenia el alcance que tiene en la actualidad, llegando con todo tipo de información en cualquier horario y programación. Debemos adelantarnos, es preferible llegar un año antes y no un día después, porque ese día después puede significar que el niño/a haya accedido a la información por otro medio y sea muy difícil de modificar en el caso de ser inadecuada. Generalmente se comienza a abordar el tema en el ámbito educativo a partir de la pubertad, cuando se ha transformado en un problema (embarazo adolescente, aborto, vih/Sida, etc.); cuando en realidad se debería comenzar con el inicio de la escolaridad, con naturalidad, incorporándola con los demás temas, abordándola desde lo saludable y placentero. De ser así no se convertiría en un problema en la adolescencia. Los padres y docentes no debemos demorarnos inútilmente, debemos tomar la iniciativa, sacar a relucir el tema, pues muchos niños/as no preguntan por timidez o por tener ya, concepciones erróneas o tabúes sobre sexualidad. | | |
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