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| | Cuando se debe comenzar la Educación Sexual | | Nuestros niños/as están expuestos, desde los medios, especialmente la TV, a toda clase de mensajes, no siempre saludables o convenientes sobre el tema sexual. Esperar a la pregunta para responder era válido cuando la información salía de la familia, porque había más tiempo para el diálogo y la televisión no tenia el alcance que tiene en la actualidad, llegando con todo tipo de información en cualquier horario y programación. Debemos adelantarnos, es preferible llegar un año antes y no un día después, porque ese día después puede significar que el niño/a haya accedido a la información por otro medio y sea muy difícil de modificar en el caso de ser inadecuada. | Silvia Inés Darrichón - Sexóloga Educativa |
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Generalmente se comienza a abordar el tema en el ámbito educativo a partir de la pubertad, cuando se ha transformado en un problema (embarazo adolescente, aborto, Sida, etc.); cuando en realidad se debería comenzar con el inicio de la escolaridad, con naturalidad, incorporándola con los demás temas, abordándola desde lo saludable y placentero. De ser así no se convertiría en un problema en la adolescencia. Los padres y docentes no debemos demorarnos inútilmente, debemos tomar la iniciativa, sacar a relucir el tema, pues muchos niños/as no preguntan por timidez o por tener ya, concepciones erróneas o tabúes sobre sexualidad.
Para emprender la tarea no es posible dar recetas, pero si es importante tener en cuenta una serie de elementos básicos para alcanzar el éxito, tales como:
• Hablar con claridad y naturalidad. • Partir siempre de un diagnóstico del grupo, puede ser que sus necesidades sean diferentes a las que nosotros suponemos. • No dar lecciones magistrales. El niño/a no puede mantener atención por tanto tiempo y, además, quiere hacer preguntas. • No dar la información de una sola vez, se toma tiempo entender lo que vale la pena aprender. • No dar solo datos biológicos, trabajar sobre todo la parte afectiva que implica la sexualidad. • Hablar de forma clara y sencilla, según la edad del niño/a, no se preocupe si cree que le ha dicho más de la cuenta, casi siempre los niños apartan la atención cuando no entienden algo. • Si el niño/ña usa una palabra grosera o inadecuada, explíquele porque no quiere que la diga, no ría o bromee sobre el hecho, pues esto tiene un efecto reforzador. • Después de responder las preguntas compruebe que sus palabras han sido bien interpretadas y dé oportunidad de volver a preguntar. • Responder siempre con la verdad, sin evasivas o comparaciones con otros seres vivos que nada tienen que ver con la sexualidad humana. • Por último, no olvide que no solo educamos verbalmente, básicamente lo hacemos con nuestras actitudes y comportamientos.
Aspectos que hacen a la Sexología
Dice el Dr. Eduardo Arnedo, Sexólogo Clínico y Educativo, en uno de sus trabajos: “La sexología es definida como una ciencia emergente, lugar de encuentro entre naturaleza y cultura, pero en realidad es una disciplina compleja en la que convergen problemas jurídicos, morales, culturales, biológicos, psicológicos, etc., es sobre todo una disciplina que despierta en toda persona conflictos conscientes e inconscientes. Esto ocurre cuando entran en juego no sólo el objeto de estudio, sino cualquier individuo, él cual si no esta dispuesto a una implicación personal que lo enfrente a su propia sexualidad, a los propios valores, a las propias convicciones, de una manera crítica y abierta, pondrá en movimiento una serie de mecanismos de defensa, que impedirán cualquier tipo de aproximación correcta con los problemas relacionados con la Sexualidad”.
Para impartir educación sexual, no solo son necesarios ciertos conocimientos, sino sobre todo hace falta ser dueños de la propia sexualidad.
Sexualidad Humana: reproductiva y placentera
Podríamos preguntarnos si la sexualidad es algo natural, si necesita o no de aprendizajes. Cuando hacemos esta pregunta se plantea un interesante debate entre quienes sostienen que es algo natural, que se produce sin la acción intencionada y quienes sostienen que si necesita de aprendizajes.
Para aclarar la situación debemos decir que la sexualidad humana comprende dos aspectos:
A- el reproductivo, en cual no nos diferenciamos de los demás organismos vivos, es el que permite la sobrevida de la especie. Se da en forma natural y espontánea. Es el que pone en funcionamiento el reloj biológico que hace que las niñas comiencen a una edad aproximada con su menarca (primera menstruación) o los niños con su egarca ( primeras eyaculaciones o poluciones nocturnas). Es el que permite que se encuentren el óvulo y espermatozoides y se produzca la fecundación, desarrollo embrionario y llegado el momento se desencadene el parto, entre otros sucesos que tienen que ver exclusivamente con lo biológico. Es independiente del aprendizaje, se produce tengamos información o no; vivamos en América, Europa o África; profesemos una religión o no; lo queramos o no, etc..
B- la placentera, que nos mueve a la búsqueda del placer, a relacionarnos y comunicarnos en vínculos afectivos con los otros, a expresar nuestros sentimientos, a requerir respeto, privacidad, intimidad, etc.; sí necesita de aprendizajes que van a estar íntimamente relacionados con una Ética personal, familiar y social. Es precisamente en este aspecto donde debe poner el énfasis la Educación Sexual, es en el que hay que trabajar entendiendo el valor de la vida en cuanto producto de un acto de amor y no sólo como un acontecimiento biológico.
Abordar la sexualidad humana implica hablar de placer, salud, bienestar; si planteamos el tema en el ámbito educativo con este enfoque tenemos muchas posibilidades de obtener buenos resultados. Lamentablemente la educación sexual solo la vemos dentro de los contenidos curriculares a través de enfermedades como el Sida y las ITS o con relación al embarazo adolescente o el aborto, y sabemos que hacemos mejor prevención cuando hablamos desde el bienestar y no desde el sufrimiento, la prohibición, el miedo o el castigo.
La propuesta es hacer prevención de las consecuencias del mal uso de la sexualidad a través de lo placentero y saludable. Debemos perder el temor de hablar del placer, si entendemos el verdadero sentido de lo que es la sexualidad para las personas, si logramos ampliar el concepto de que solo involucra la genitalidad y la relación sexual, seguramente nos resultará más sencillo.
Sexualidad es relación, es contacto, es deseo, es placer y sufrimiento y se vive en el cuerpo y los sentimientos. Comienza con la vida misma y se va desarrollando a lo largo de toda ella. Nace y muere con nosotros. | | |
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